Comunicado de Secretaría General 8 marzo Día Internacional de la Mujer

8M DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Continuamos la lucha por sociedades y entornos laborales justos e inclusivos

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, refleja a nivel nacional y mundial la lucha social por los derechos de las mujeres y la igualdad plena y efectiva entre hombres y mujeres. Es un clamor global que cada vez tiene más fuerza ética, política y democrática.

La Confederación de Trabajadoras y Trabajadores Rerum Novarum CTRN ha sido, es y será siempre un actor esencial para la defensa de derechos de las trabajadoras, y tenemos un rol muy importante para ubicar este objetivo como una prioridad vital de política pública. Ese es nuestro compromiso y nuestro trabajo incesante, forjando alianzas sólidas y generando conciencia sobre los retos ineludibles para dicho objetivo.

No hay duda de que progresivamente las mujeres han ido subiendo la altura del techo de cristal, esa barrera invisible que impide a las mujeres ascender a las posiciones de más alto nivel. Las estadísticas muestran que el número de mujeres ocupando cargos de poder y decisión está creciendo lentamente, pero continúan estando en minoría respecto a los hombres. Aún hay grandes brechas de género, situaciones de discriminación y actos de violencia constantes e intolerables que deben afrontarse de modo contundente para prevenir, evitar y cambiar con todo rigor la desigualdad, la inequidad y la violencia de género allí donde ésta ocurra, sea en la casa, en el trabajo o en cualquier parte. Hay dos aspectos trascendentes que deben seguir orientando la lucha sindical:

1. La necesidad de profundizar la autonomía y participación activa de las mujeres trabajadoras en la adopción de políticas públicas a nivel nacional, sectorial y en los centros de trabajo, así como en todas las esferas de la vida comunitaria.
2. La necesidad de acabar con las brechas de género, la desigualdad y la discriminación con políticas más firmes y efectivas, tanto a nivel del sistema sociopolítico, como en el mundo del trabajo y de la producción.

Las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los órganos y procesos de toma de decisiones que configuran las relaciones sociales, los lugares de trabajo y los resultados del empleo y la contratación, incluso allí donde son mayoría. Esto no sólo es injusto para las mujeres, también es contraproducente para las empresas, las economías y la sociedad en su conjunto.

Las mujeres tienen derecho a un futuro laboral y profesional en el que igualdad, equidad e integridad estén aseguradas y garantizadas, sin que haya espacio, ni excusas, ni resquicios, ni indiferencia, ni resignación con la discriminación, la violencia de género, el acoso y la sumisión inaceptable. Este es un eje esencial para establecer un NUEVO CONTRATO SOCIAL transformador, el cual es indispensable para construir las bases de la auténtica justicia social y de género. Esto a su vez implica el empoderamiento de las mujeres para desarrollar su liderazgo transformador, pero también requiere el involucramiento de toda la sociedad y una labor duradera de instituciones y actores sociales. Necesitamos una vigilancia social más amplia que demande más oportunidades para las mujeres trabajadoras, mayor participación, mayor respeto, mayor igualdad y equidad.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 se propone “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, porque la inequidad de género es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo sostenible, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Lamentablemente sigue aumentando la violencia y asesinatos contra mujeres, siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas y devastadoras. La violencia contra las mujeres en el mundo laboral es un problema persistente, por lo cual la CTRN y el movimiento sindical nacional e internacional venimos exigiendo desde hace varios años la ratificación del C.190 de la OIT contra la violencia en el trabajo.

Como alertó la insigne Simone de Beauvoir: “No olviden jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Esos derechos nunca se dan por adquiridos. Debemos permanecer vigilantes durante toda nuestra vida”. Estamos siendo testigos en Costa Rica y otros países de cómo el predominio de fuerzas ultraconservadoras está minando las bases para la igualdad y la equidad de género.

Por eso queremos alzar la voz con todas las compañeras trabajadoras y militantes sindicales del campo y de la ciudad, mujeres afrodescendientes, indígenas, jóvenes, mujeres migrantes de cada rincón del país y del mundo, ya que, con su lucha, fortaleza y gran valor de unidad y organización, buscan lograr una debida representación y presencia política, siendo una inspiración constante para muchas otras mujeres en todas partes.

La CTRN, día a día, refuerza el espíritu del 8M en todas sus actuaciones e interlocución social. Porque tenemos muy claro que la agenda sindical no puede existir separada de la agenda de igualdad, lo cual requiere integrar la transversalización de género en todos los ámbitos de incidencia sindical, incluyendo aquellos vinculados a la acción nacional e internacional.